Soldados israelíes han matado a un joven palestino en Hebrón, en la Cisjordania ocupada, durante unos enfrentamientos que se extienden desde hace días y hacen temer por una nueva Intifada.

Imad Jawabreh, de 21 años, ha sido alcanzado en el pecho por disparos de las fuerzas israelíes, según fuentes de seguridad y sanitarias palestinas.

En declaraciones a Efe, una portavoz del Ejército israelí se ha limitado a explicar que sus fuerzasd “respondieron” y “alcanzaron a uno de los participantes” en los disturbios protagonizados por unos 200 jóvenes en el campo de refugiados de Al Arrub.

Los choques continuaban a primera hora de la tarde en Hebrón, donde el Ejército israelí protege a los cientos de colonos judíos que residen entre una población mayoritariamente palestina.

Se han registrado enfrentamientos en otras ciudades y al menos otro joven ha resultado herido cerca de Jursa, informa la misma agencia.

Las protestas de este martes tienen lugar a pesar de que la Policía y el Ejército israelí han incrementado su despliegue en torno a Cisjordania y también en Tel Aviv o Jerusalén. Además, este martes los palestinos celebran varios actos para conmemorar el 10º aniversario de la muerte de su histórico líder, Yaser Arafat.

Durante la madrugada, las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron a familiares de los dos supuestos autores de sendos ataques el lunes en Tel Aviv y Cisjordania, según fuentes locales palestinas.

Arresto de familiares

En Naplusa fueron detenidos el padre y los hermanos del supuesto agresor que ayer acuchilló a un soldado israelí de 20 años en una estación del tren de Tel Aviv, y que falleció horas después a causa de la gravedad de las lesiones, indicaron fuentes del comité popular del campo de Al Askar, de donde procedía, informa Efe.

Asimismo, las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron en Hebrón al hermano del hombre que presuntamente apuñaló a una mujer de 25 años causándole la muerte, y causó heridas a otras dos personas junto a una colonia judía en Cisjordania, según la misma agencia.

El supuesto atacante fue ingresado en un hospital de Jerusalén tras ser tiroteado por un agente de seguridad del asentamiento.

“Generalmente tras un ataque terrorista se lleva a cabo una operación de seguridad y se detiene a familiares para investigar los hechos”, ha declarado a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.

Organizaciones de derechos han denunciado en numerosas ocasiones estas medidas como un método de castigo colectivo al pueblo palestino en el conflicto que se arrastra desde hace décadas y que vive en los últimos días un nuevo rebrote de violencia.

Máxima tensión

En las últimas dos semanas cuatro israelíes y una ciudadana ecuatoriana han perdido la vida en cuatro ataques perpetrados por palestinos, dos supuestos atropellos intencionados y dos apuñalamientos.

Asimismo, un ciudadano árabe-israelí falleció el viernes tiroteado a corta distancia y de espaldas por agentes de la Policía tras intentar atacarles con un arma blanca en una aldea árabe del norte del país, hechos que han enardecido las protestas en un sector que representa el 20% de la población.

Violencia en Oriente Próximo