9 Millones de dólares de pérdidas en Chiloé, por interrupción de embarques de salmones
Se agrava la situación en Chiloé, mientras la gobernante Michelle Bachelet sale de paseo a Suecia y londres, para reunirse con familiares de ex exiliados, mientras en Chile la situación en el sur, es de máximo conflicto y dialogo roto con el Gobierno.
La Cámara Chilena Norteamericana de Comercio -que agrupa a las empresas estadounidenses con presencia en Chile- manifestó su inquietud por las consecuencias que está generando el conflicto de los pescadores en Chiloé con la paralización de las exportaciones de salmones.
Kathleen Barclay, presidenta del gremio empresarial, advirtió que interrumpir el flujo de estos embarques genera una “pérdida de confianza en los productos nacionales” y que “las pérdidas económicas producto de estos bloqueos ascienden a US$9 millones diarios”.
Además, destacó la importancia de cuidar la imagen de Chile en el mundo. “Como cámara binacional, nos parece de suma importancia resguardar la percepción del país en el extranjero”, sostuvo, y afirmó que proteger el estado de derecho es una variable de decisión para el inversionista extranjero.
EE.UU. es el principal socio comercial de Chile en exportaciones distintas del cobre. Los salmones lideraron durante el año pasado los envíos en este ítem, generando US$3.496 millones en total, cifra menor a la de 2014, cuando se registraron exportaciones por un monto de US$4.354 millones.
Colegio de Biólogos Marinos
Cabe señalar que los pescadores movilizados en Chiloé, quienes protestan por la crisis económica derivada por la presencia de marea roja en las costas de las isla, la que impiden la extracción de productos del mar, apuntan como una de las causantes de la gravedad del fenómeno al vertimiento de 9.000 toneladas de mortandad de Salmones a 130 kilómetros mar adentro de Chiloé.
Tal hipótesis fue descartada por el Colegio de Biólogos Marinos de Chile, gremio que concluyó que la marea roja es causada por el fenómeno de El Niño y agudizada por el calentamiento global y por ende es un fenómeno de origen global y no local. Agregaron que dadas las características del fenómeno, este llegó para quedarse en la zona y que no es un problema de días ni de semanas, sino de meses.
La entidad además explicó que se deberá entender que este fenómeno disminuirá a medida que llegue el invierno, baje la radiación solar y la temperatura del agua, bajando con ello los niveles de toxicidad, los que, sin embargo, deberán ser monitoreados y controlados por siempre.
Además el Colegio señaló que el Estado, debiese establecer políticas de apoyo al sector pesquero artesanal y hacer frente a un escenario donde el riesgo de un nuevo florecimiento tóxico estará siempre presente.
Fuente: Mundomaritimo